Son dias raros. No se si es que esta haciendo un poco de frio y a veces llueve, o que estan pasando cosas que no me gustan. Tengo un temor enorme a lo que vendrá. Estoy con un laburo complicado y polémico que me durará el resto del embarazo, extraño a mi flia de Argentina (y a mis amigos de allá que ni te cuento) y no tengo plata para ir, tengo ganas de estar en casa y coser guirnaldas para el cuarto de Tomás y hacer torta, dedicarme a la huerta, pero me toca ir a laburar. Eso de que las mujeres podemos tener todo lo que queremos es el buzón más grande que nos han vendido. Being a working mother sucks. Big time. Para echar mas leña al fuego nos quedamos sin childcare de la noche a la mañana. Mucho llanto, una tristeza profunda que me sube desde la panza. Buscar y encontrar alguien que te cuide -y mas importante, ame- a tu crio es una de las tareas mas dificiles y angustiantes del mundo. Tambien me siento bastante aislada y sola demasiado seguido, ser madre me ha cambiado la cabeza y las costumbres y se hace cada dia mas cuesta arriba encontrar gente con los mismo intereses. Lo que daria por tener amigos con quienes armar planes de fin de semana en familia.

Anoche le preguntaba a marido si yo era una buena persona, si el no fuera mi marido quisiera ser mi amigo? Todo esto a raiz de que me di cuenta que en el laburo soy un asco, no socializo, no hablo, la ley del menor esfuerzo en cuanto a relaciones personales y eso, claro, lo hace todo mas cuesta arriba. Es que el que se quemó con leche ve una vaca y llora y en esa oficina ha habido mucha mala leche. No se, hay dias en que todo parece una caca. Unas vacacioncitas me levantarian mucho el animo.