martes, 27 de enero de 2009

Son cosas mías

Tomás se parece mucho a su papá físicamente. Yo me rompo la cabeza tratando de observar algo, alguito en lo que se parezca un poco a mí. Los hallazgos hasta el momento dejan bastante que desear.

Tomás llora, habla y se queja dormido. Solamente mi hermana, que compartió la habitación conmigo por 16 años, sabe la tortura que esto significa.

Rubio: Muy bien Tomás! Tu mamá va a estar re orgullosa de vos!
Yo: Qué hizo?

Rubio: Puso un juguete adentro del canasto, igual que vos.



1 comentario:

wishi dijo...

jajaja, seguro que adora las cajas tambien!!