El Tate Britain es menos impresionante de lo que me imaginaba, o por ahi me saltee un piso, anda a saber. Tomás se durmio alllegar asi que puede mirar tranquila un rato. Después enganchamos un tour gratuito de la exhibicion de Turner pero mi niño decidió dar una charla al unísono de la guia, con lo cual nos tuvimos que retirar porque nos empezaron a mirar feo.
También fuimos al bosque de picnic y a visitar a unos amigos que vivien en el campo. De campo no vimos mucho pero estuvo bueno, aparte del viaje en tren en el que Tomás se puso bastante molesto y llorón. Lo que cuesta mantener relativamente quieto a un crio de 12 kilos que se mueve para todos lados y le quiere chupar los zapatos a la gente!
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