Fluir de conciencia

Que no se despierte Tomás, que no se despierte, que no se despierte. Por qué siempre se despiertan en el segundo que te sentás a tomar algo o a hojear una revista ? Nunca en medio del lavado de platos o mientras estás ordenando sus juguetes, hay que despertarse cuando la madre logra un minuto de tiempo para ella.

Ultimamente no escribo mucho porque ando bastante pelotuda. Es raro, momentos de absoluta felicidad se intercalan con momentos en los que me siento la más pobrecita de todas las pobrecitas y me quiero poner a llorar. Ambivalente, diria la psicóloga. Geminiana, diría mi mamá.

Me senté a tomar un té con tostadas mientras espero que la chica venga a limpiar. Demasiada manteca en estas tostadas, observo; croe que estoy abusando de la teta, sobre todo ultimamente que estoy comiendo por ansiedad, cuando seguís comiendo despues de la cena no es hambre. Pero ya me preocuparé de eso cuando deje de dar la teta, que dicho sea de paso, no vislumbro sea en un futuro muy próximo; Tomas (que solia tomar leche mia en mamadera y a veces fórmula) ha dejado de interesarse en cualquier contenedor que no tenga forma de teta.

Mi amiga no entiende como es que viene la chica a limpiar y yo me paso una hora antes ordenando toda la casa. Es que si le pido que se ponga a ordenar esta casa que parece un campo de batalla, se pasa las dos horas ordenando y no tiene tiempo de limpiar.Y yo lo que quiero es que limpie. Todo culpa del presupuesto limitado, ya voy a tener plata para pagarle todas las horas que necestiar para limpiar y lavar los putos platos. Como odio lavar los platos, Dios. A veces extraño a mi flatmate, en 5 años nunca lavé los platos ni limpie el baño, eramos la pareja perfecta.

La cantidad de cosas que queremos hacer con la guita cuando yo empiece a trabajar de nuevo es indescriptible y muy poco realista. A saber: comprar un lavavajillas, pagar a alguien para que lo venga a instalar, junto con la cerradura de la puerta del patio que es una garcha: duplicar la cantidad de horas de limpieza, el Rubio quiere ir a esgrima, yo quiero comprarme alguna ropa que no sea de embarazada o de los años 90, irnos de vacaciones, festejar cumpleaños, hacer asados para mucha gente, salir a comer afuera, ir al teatro. No sé, me hace acordar un poco a esa fantasia que yo tenia de que cuando nos cambiaramos de casa todo iba a estar mucho mas ordenadito porque ibamos a empezar de cero y no iba a ser tan complicado encontrarle lugar a las cosas. Juaaaaaaaaaaa, juaaaaaaaaaa.

La casa fue, es y será un quilombo porque evidentemente el problema somos nosotros. Yo tengo una tendencia a collecionar papeles. Papeles que dejan por abajo del a puerta, papeles que recolecto en la biblioteca, el super, el centro comunitario, papeles del trabajo y de mi vida personal, cartas del médico, recortes de lugares copados para visitar en Londres adonde nunca voy, ahora tambien colecciono papeles que tiene que ver con Tomás, como si una criaturita necesitara de semejante burocracia. Y los voy dejando en pilitas por toda la casa solo para despues olvidarme de donde los puse.

"Lo habras puesto en un lugar seguro", suele decirme el Rubio cuando ando buscando algo. Una vez que le tire las entradas de Motorhead y nos dimos cuenta mientras saliamos hacia el recital. A proposito de recital, tenemos entradas para ver AC/DC el mes que viene pero es en la loma del orto y no tengo idea como voy a hacer para dejarlo a Tomas por tantas horas con alguien. Seguro que el se caga de risa pero soy asi de pelotuda.

Esto se parece a lo que la de literatura llamaba " fluir de conciencia", mira vos, yo ni sabía que tenia una.