martes, 24 de noviembre de 2009

En Londres llueve (o no sabía qué titulo poner)

El jueves al mediodia estaba en el trabajo y suena el telefono. Era Chris, la seniora que lo cuida a Tomás. En cuatro meses no me habia llamado nunca.

- Estás trabajando en tu casa?
- No
- Tu marido tampoco?
- No, qué pasó?
- Me torcí el tobillo al subir al colectivo y no puedo caminar. Ya llamaron a la ambulancia.


No se cual es la distancia en kilometros, pero volver desde mi oficina al barrio lleva 1 hora, con viento a favor. Chris estaba con Tomás en su chango y con otro nene más grande. Los tres en la parada del colectivo, esperando la ambulancia.

Chris aclaró que Tomás estaba bien (a pesar de que habia sido su chango el que se habia volteado al subir) y no se escuchaban llantos. Estoy tirada en el piso, me dijo cuando me llamo. Salí corriendo mientras trataba de tranquilizarme pensando que en ese barrio hay una comunidad, que seguramente la gente la iba a ayudar con los nenes, que le iban a dar una mano. De hecho ella me llamó a los 10 minutos para decirme que ya estaban los tres sentadidos en el fish & chips shop esperando.

Cuando yo llegue ya se los habian llevado al hospital. Chris esperaba que la atendieran, Tomás me esperaba a mi. No fue nada grave ni traumatico, pero despues, muchas horas despues, me cayo la ficha. Que hubiera pasado si Chris, por ejemplo, se hubiera golepado la cabeza y no hubiera podido tenerme al tanto de lo que pasaba mientras yo llegaba? Y si hubieramos necesitado que alguien lo fuera a buscar a Tomas al toque? Los dos estabamos a una hora de distancia.

Mi primer pensamiento fue pedirle a una de mis amigas que se acercara a buscarlo y sé que hubiera ido a la velocidad de la luz. Pero claro, por mas emergencia que sea, ningun childcare le va a dar una criatura a alguien que no sea la persona autorizadas (los padres). Nuestra persona designada es mi cuñada, que vive como a 200 kilometros de aca. Y despues claro, mis amigas tienen chicos y andan en colectivo como yo, acarreando changos y niños, se complica llevar mas de dos criaturas.


La situacion me hizo pensar mucho. Me hizo ponerme mas firme con la idea de que necesitamos tener algun plan para cuando pasan estas cosas. Si me pasara algo a mi, por ejemplo, mi marido no sabe el telefono de ninguna de mis amigas que viven cerca y que pueden ayudar con el pequeño. Hablamos y él me explico que tambien están sus amigos, que viven tan cerca como las mias y que en 10 minutos podrian aparecer en la puerta de casa si los necesitace.

Me habia agarrado un ataque de pesimismo, de pensar en lo solos que estamos. Pero despues de tanta charla me di cuenta que no es asi, y tambien recorde que en una epoca yo me queria mudar mas cerca del centro para ahorrarme el viaje al trabajo. El Rubio me convencio de quedarnos en el barrio por sus amigos. En ese momento yo no le encontraba el sentido; para juntarnos a tomar una cerveza por mes no hacia falta vivir en el mismo barrio. Pues bien, una vez más, el tiempo le ha dado la razon. De todas maneras, yo sigo con mi ataque de self pity, se vienen unas semana complicadas, Chris tiene una pierna rota y nosotros mcho trabajo y poca posibilidad de tomarnos licencia.

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