jueves, 18 de febrero de 2010

Tomás y la luna (o post de madre re densa)

Ayer el cielo estaba despejado y le enseñe a Tomás a decir luna. Qué experiencia la de ver como una persona aprende a hablar, no? Como la mayoría de las cosas que fui descubriendo desde que soy madre, yo no esperaba nada demasiado novedoso al respecto, o sí lo esperaba pero a sabiendas de que yo seria la unica maravillada. Sin embargo a veces me pongo a pensar que no es cosa de todos los días poder observar este proceso tan lindo muy de cerca.

Tomás dice muchas palabras, la mayoria en ingles y algunas en castellano. A menudo me descubro compitiendo con el resto del mundo que lo rodea para que aprenda mas cosas en castellano que en inglés. Es una batalla estúpida y ya perdida pero no lo puedo evitar. Recuerdo que para las fiesta se paso dos semanas sin ver a su niñera (que habla solo inglés) y aprendio muchas palabras. Cuando volvio a su rutina le tuve que escribir en el cuaderno que si pedia agua era porque tenia sed y que si levantaba el vaso y decia chin-chin no era porque te queria mojar sino brindar. Recuerdo que escribi esas lineas con mucho orgullo. Que pavada, no?


Tomás entiende los dos idiomas y responde a cualquiera de los dos pero en general elige comunciarse en ingles. Agua, nariz y leche se matienen en su idioma original. También un, dos, tres que dice todo el tiempo
como anunciando que ahora va a hacer algo super importante, en general tirarse de cabeza de algun lado. La otra opcion es sit down, claro, que usa cuando se para en la silla. Si no lo estas mirando empieza sit down, sit down, sit down a los gritos, como retándose solo. Y cuando lo miras y le decis sit down se sienta.

Ahora tenemos luna. Y estamos intentando pito y cola. Las dos palabras que mas repite son door (puerta) y back (cuando quiere que vuelvas a poner algo en su lugar). Ambas me irritan mucho porque las usa gritando y para mandonear. Es como vivir con un dictador. No se puede pasar de una habitacion a otra sin cerrar la puerta. Si Tomás esta en la cocina y yo paso para el patio, dejando dos puertas de por medio, él no para de gritar hasta que vuelvo y las cierro, cosa complicada cuando vas cargando el canasto de ropa, por ejemplo. Lo mismo con la manteca, grita que la guardes mientras te stas untando la tostada. Y ni hablemos del control remoto de la tele!


Estoy intentando que me pida las cosas en vez de llorar cuando no las puede alcanzar. Que me diga Mama, por favor y vemos que quiere. Por el momento no he tenido mucho exito, aunque si en esas situaciones le pregunto Que se dice Tomás?. El dice Mamá, el por favor está costando.


Pero le pone onda. El otro dia finalmente entendimos que el tatu que venia diciendo hacía semanas queria decir thank you. Pobrecito, tan educado y nosotros ni enterados!


La constancia no es una de mis virtudes y para enseñarle a hablar a una persona hace falta constancia. De todos modos estoy progresando, leemos muchos libros a la hora de dormir y me he sorpendido de la cantidad de palabras que sabe y yo ni registraba. Tambien le enseño palabras nuevas cuando andamos por la calle. El otro dia yo iba en la mia y Tomás empezó un car, dos car, tres car. Me hizo reir.

La verdad que está buenísimo todo esto. La luna, por ejemplo, cambiará de forma la semana que viene. Mirá qué cantidad de cosas por descubrir!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

MI bichaaa adorada!!! con este breve y suculento relato me has puesto en tema a cerca de mis dudas de cómo hacia Tomás para comunicarse...yo re ansiosa no dejo de pensar cómo trabaja esa cabecita de bebé con tanta info y sinembargo nos pasa el trapo a lo loco!!!jajajajaaj!!!
Vale sos una capisimaaa redactando!!! es como un cuentito q no quiero dejar de leer!!!
besos a los hombres de tu vida!
Marilyn!

Valeria dijo...

Nos pasa el trapo Tomás, si, si.