lunes, 13 de abril de 2009

Conejitos

"Ah, tendría usted que vomitar tan sólo uno, tomarlo con dos dedos y ponérselo en la mano abierta, adherido aún a usted por el acto mismo, por el aura inefable de su proximidad apenas rota. Un mes distancia tanto; un mes es tamaño, largos pelos, saltos, ojos salvajes, diferencia absoluta (...) en un mes es un conejo, hace de veras a un conejo; pero el minuto inicial, cuando el copo tibio y bullente encubre una presencia inajenable. Como un poema en los primeros minutos, el fruto de una noche de Idumea: tan de uno que uno mismo... y después tan no uno, tan aislado y distante en su llamo mundo blanco tamaño caja"
(Carta a una señorita en Paris, Julio Cortázar, 1951)

.......................................................
Estoy leyendo de nuevo, cuánto tiempo me llevó por Dios! En éste frangmento del hombre que vomitaba conejitos encontré mucho paralelismo con... bueno... muy obvio no?

1 comentario:

Maguita dijo...

uf, qué bueno y qué cortazariano, hacía muuuchos años que no leía cortázar... y tuve que leer y releer varias veces, con la maternidad el cuerpo se agiliza y las neuronas se ponen más lentas, no te pasa? ja!