Este fin de semana estuvo buenisimo. Hizo calor. El sábado era el cumpleaños de un amigo y el Rubio sugirió que hicieramos un picnic en el bosque. Eramos un montón y Tomás el unico bebé, con lo cual no falto gente que jugara con él y lo mirara para que no se tirara de cabeza al agua. Una vez más confirmamos lo independiente que es.. El arrancaba gateando y en cuanto encontraba a alguien con quien jugar ahi se quedaba y en ningun momento pispeaba para chequear que nosotros estuvieramos en los alrededores. Nos podriamos haber ido y el de lo más contento.
Se paró solito un montón de veces por periodos de tiempo mas largos. Los padres babosos no dejabamos de admirarnos lo firme que se queda, sin cara de miedo cuando se esta por caer. Anduvo chiveando por todos lados, termino cubierto de polvo y pasto y en un momento de cayó arriba de unas piedras y se magulló la cabeza.
Ayer invitamos a unos amigos a comer asado en casa, solo que no tenemos parrilla. (El Rubio planea reconstruir la que hay y yo ya me veo escribiendo posts como los de ankle sprain.) Asi que los invitados trajeron una de esas parrillitas descartables, una masa. Morfamos y chupamos a lo argentino (pero comida inglesa) y terminamos sin poder movernos.
Tomás jugo en los tuneles y anduvo de rodilla en rodilla. El otro dia mi Mamá me pregunto por que anda desclazo hasta en el parque, y es porque siempre se saca los zapatos. Me da un poco de temor de que se lastime los pies pero cuando lo vi pararse tan seguro en sus patitas desclazas pense que quiza sea mejor así.
La parrilla
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