lunes, 1 de junio de 2009

Postales de lunes

Creo que en este país a las únicas personas que odio mas que a los médicos es a las recepcionistas de los médicos. Los odio más que a Kiera Knightly y a Chris Martin, mirá lo que te estoy diciendo. El médico que me atendió hoy me hizo esperar una hora y se paso los 20 minutos de la consulta mirando fijamente el monitor de su computadora con la boca abierta y sin decir palabra. Son unos hijos de puta, una esta ahi preocupada y ellos no son culo de mirarte a la cara. En un momento se fue a buscar algo y miré la pantalla, no se, yo pensaba que por ahi tenia un multiple choice de sintomas y miráandolo fijamente pensaba descifrar lo que yo tenía. En la pantalla estaban mis datos personales y una ventanita en blanco, nada mas. El medico habia escrito "Le duele la espalda hace 3 meses, le da la teta al bebe de 10 meses, pero en realidad siempre le dolio la espalda". Y lo peor, lo peor de todo, es que era africano y yo a los hindues ya aprendi a entenderles el acento pero a los africanos no les cazo una.

Fuimos con Tomás a la biblioteca. Mi hijo se pone muy hiperactivo cuando va a la biblioteca. Yo me siento en la alfombrita de los chicos y él saca todos los libros de los estantes a toda velocidad mientras se rie y transpira como si estuviera poseido. Siempre hay alguna nena que lo reta un poco (siempre son nenas) pero él no se inhibe. Hoy tuvimos uno de esos momentos de comedia americana pedorra. Lo pongo en el piso un cachito mientras miro unos libros para mi y el arranca gateando a toda velocidad. Lo dejo, porque siempre lo dejo. Se detiene, manotea unos libros, los tira al piso, se da vuelta para mirarme, me sonrie y arranca a toda velocidad otra vez. Da vuelta la esquina (de la estanteria) del otro lado hace lo mismo. Y yo, que realmente me estoy cagando de risa y tranquilamente dejaria que las bibliotecarias junten todo, que para eso estan, le digo que no Tomás, veni aca, pero no puedo más de la risa. Intento levantar los libros y volverlos a poner en su lugar pero los meto en cualquier lado. Para entonces Tomas ya tiro libros como de 5 estantes mas. Me causan mucha gracia estas situaciones, aunque tambien un poco de incomodidad. No voy por la vida disculpandome de que mi niño es un niño, pero a veces siento que deberia, aca es todo "sorry" todo el tiempo.

Fui a la clase de yoga y en la relajación creo que me quede dormida. A la vuelta me vine caminando porque todavia habia luz a las 9.30 de la noche. Hace calor y esta divino. En el camino me cruce un zorro.

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